Han transcurrido doce meses desde que salimos a pedalear para denunciar las circunstancias de la muerte de Delfino Méndez al que su familia y amistades conocían por `Nene´. En aquel momento decidimos sumarnos al movimiento internacional “Ghost Bikes”, que utiliza el símbolo de una bicicleta blanca para señalar el punto donde se ha producido la muerte, por accidente de circulación, de una persona que se movía en bici.
Y así lo hicimos; pusimos una bici blanca en el lugar de la carretera de Geneto en el que un camión de gran tonelaje adelantó a Delfino Méndez de forma insegura (cometiendo hasta cinco infracciones documentadas) acabando con su vida. Y ni siquiera nosotras y nosotros nos podíamos imaginar lo sobrecogedor que sería aquel sencillo acto. Porque la bici es la antítesis de la muerte: la bici es vitalidad, es alegría, es salud... y porque de pronto sentimos de verdad que lo que le pasó a Delfino nos podía pasar a cualquiera. Él volvía del trabajo, era su medio de transporte, era su día a día.
Es curioso porque la bici blanca desapareció pasados unos meses…por lo visto a unos vecinos les daba “mal rollo”; se ve que no entendieron que la función de esa bici era concienciar sobre el problema de la inseguridad, especialmente a los automovilistas que pasan por allí.
El
día de la marcha acudieron más de cien personas, fue impresionante. Gente que
usa la bici. Gente que quiere más seguridad cuando la utiliza. Gente que
probablemente sueñe con que los que vienen detrás la puedan usar sin jugarse la
vida. No podemos negar que se nos quedó un sabor agridulce porque de todas esas
personas, pocas se interesaron por las acciones que se han desarrollado durante
todo este año; es importante que se entienda que nuestro objetivo es que la
movilidad en bicicleta avance y que para ello se necesita participación.
En
aquel momento apuntamos unas claves para mejorar la seguridad vial que
considerábamos urgentes:
- realizar una plan de movilidad urbana sostenible que contemple el transporte en bicicleta con la dotación de las infraestructuras necesarias (siendo lo más resaltable la creación de un carril bici);
- el “calmado del tráfico” consiguiendo una reducción de la velocidad en vías urbanas e interurbanas e implementando las medidas punitivas necesarias para que se haga efectivo;
- iniciativas para la promoción y sensibilización del transporte en bicicleta haciéndose imprescindibles acciones de educación vial en edades tempranas.
Se
recordó, además, que el incumplimiento de la normativa de adelantamiento a
bicicletas en carretera es el principal causante de la mayoría de siniestros conmuertes de ciclistas. Y se denunció que existe una grave carencia de seguridad
vial que sufren todas las personas en La Laguna, especialmente las de movilidad
reducida, niños, gente mayor y todo el colectivo de peatones, seguido del de
los ciclistas. Esta inseguridad es en gran parte debida a las infracciones de
los vehículos a motor que no respetan ni los pasos de peatones, ni los límites
de velocidad, ni las distancias de seguridad al adelantar a ciclistas. Y
también señalamos que, como en el caso de Delfino Méndez, los profesionales del
transporte, especialmente los que manejan vehículos de grandes dimensiones,
deberían ser especialmente exquisitos con el cumplimiento de la normativa de
tráfico.
Ha
pasado un año y no ha habido una sola mejora; ni en la carretera de Geneto ni
en el municipio.
Insistimos:
las vías públicas no son de uso exclusivo para los vehículos a motor; tanto
ciclistas como peatones tenemos también derecho a usarlas en condiciones de
seguridad.
Además,
sabemos que la familia de Delfino sigue batallando para que la magnitud de la
infracción cometida por el conductor del camión tenga su equiparación a nivel
judicial.
Por
eso, para no dejar de recordarlo, para seguir reclamando que se preste atención
a esta forma de movilidad y para pedir respeto a las personas que conducen
vehículos a motor volveremos a ir hasta la carretera de Geneto, junto con la
familia de Delfino. Allí veremos un mural que se han currado familiares y
amigos y que quedará para recordar que en cada bici va una vida y que siempre
hay que extremar las precauciones.
Nos
vemos el próximo 9 de mayo en la Plaza del Cristo a las 11 horas.
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